Es difícil encontrar una enfermedad que refleje mejor la evolución de la medicina que la Endocarditis Infecciosa (EI).  A lo largo de poco más de medio siglo de historia, hemos asistido a un cambio radical de paradigma de esta enfermedad.  Ni la población afectada, ni los factores de riesgo que predisponen a la misma, ni el lugar de adquisición, ni la etiología, ni el manejo médico o la cirugía permiten comparar la actualidad con el pasado.

La enfermedad, que antes manejaba un médico en solitario, era básicamente un proceso febril en una persona joven lastrada por una fiebre reumática anterior.  La sangre, cultivada con esmero, mostraba la presencia de un Streptococcus del grupo “viridans” y el cuadro, antes de tener disponible la penicilina era uniformemente mortal.

Hoy, el paradigma del paciente que atendemos es el de un enfermo mayor, con cardiopatías previas, tratadas previamente con la implantación de prótesis o de marcapasos.  La enfermedad es sospechada pronto y etiquetada casi simultáneamente por los hallazgos de un cardiólogo y el crecimiento en cultivo de microorganismos que con frecuencia pertenecen al género Staphylococcus. La cirugía es frecuentemente parte de la solución y muchos enfermos sobreviven al proceso.

Existe una literatura abundante sobre muy diversos aspectos de la EI, pero los libros específicamente dedicados a ello, suelen seguir un formato convencional y tener un tiempo de elaboración que con frecuencia los convierte en parcialmente obsoletos cuando ven la luz. Esta obra ha sido concebida y realizada para corregir ambas carencias, con unos tiempos de realización que no han superado los 6 meses y un formato de preguntas específicas que se centran en las cuestiones sin resolver plenamente.

El libro, en fin, pretende ser un homenaje a todos los profesionales que cuidan enfermos con endocarditis, a los pacientes que la padecen y a sus familiares.